¿En qué cirugías plásticas se recomienda usar fajas postoperatorias?
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En los últimos años, el número de personas que recurren a cirugías estéticas en nuestro país ha aumentado de manera notable. Sin embargo, someterse a una intervención no garantiza resultados inmediatos; la clave está en un buen proceso de recuperación. Este periodo no consiste únicamente en reposar, también implica el uso de accesorios médicos que faciliten la cicatrización y mejoren el resultado final. Uno de los más importantes son las fajas postquirúrgicas, recomendadas por los cirujanos plásticos en diversas intervenciones.
A diferencia de las fajas comunes de uso diario, las fajas postoperatorias están diseñadas específicamente para brindar compresión controlada en las zonas tratadas, lo que favorece la recuperación y optimiza los resultados. Existen diferentes modelos según la cirugía, pero ¿en qué procedimientos son realmente necesarias y qué beneficios aportan?
¿Por qué los especialistas recomiendan fajas postquirúrgicas?
Las cirugías plásticas, sobre todo aquellas que modifican la forma del cuerpo, requieren cuidados adicionales para alcanzar una recuperación segura y efectiva. El uso de fajas médicas evita complicaciones, acelera el proceso y aumenta la satisfacción del paciente, pasando de un 50–70% de efectividad hasta un 80–100% en los resultados finales.
Entre sus principales beneficios destacan:
✅ Disminuyen la inflamación y los hematomas
Después de una cirugía estética, es común que aparezcan moretones e hinchazón. Las fajas postoperatorias ejercen una compresión uniforme que mejora la circulación sanguínea, ayuda a desinflamar y reduce visiblemente los hematomas en pocos días.
✅ Moldean y sostienen la nueva figura
El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a su nueva forma. Sin una correcta sujeción, pueden aparecer problemas como la flacidez. La faja actúa como soporte, ayudando a que la piel se adhiera mejor al contorno remodelado. Por eso los especialistas recomiendan su uso continuo durante al menos 3 a 4 meses, incluso al dormir.
✅ Brindan protección y confort
Aunque se deben llevar por un periodo prolongado, una faja de buena calidad resulta cómoda y facilita la recuperación. Además, protege la zona intervenida de movimientos bruscos o roces que puedan interferir en el proceso de cicatrización.
Cirugías en las que es necesario usar fajas postoperatorias
El uso de fajas de compresión postquirúrgicas es fundamental en diferentes procedimientos estéticos. Estas son las intervenciones más comunes donde se recomienda:
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Abdominoplastia: al retirar el exceso de piel y tensar los músculos abdominales, la faja mantiene la zona firme y bien sujeta durante la recuperación.
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Liposucción: después de eliminar grasa localizada, ayuda a reducir la inflamación y a que la piel se adapte al nuevo contorno. Se utilizan diferentes tipos de faja según la zona tratada.
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Mamoplastia (aumento o reducción de senos): se recomiendan fajas tipo brasier para disminuir la hinchazón y mantener el busto en la posición correcta.
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Cirugía de glúteos: tras un levantamiento o colocación de implantes, las fajas mantienen los glúteos en su sitio y favorecen la cicatrización.
Consejos al elegir tu faja postquirúrgica
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Consulta siempre a tu cirujano plástico qué modelo es el adecuado para tu caso.
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La faja debe ofrecer una compresión firme, pero sin llegar a ser excesiva.
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Ten al menos dos ejemplares para poder lavarlas con frecuencia y evitar malos olores.
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No interrumpas el tiempo de uso recomendado; la constancia es clave para obtener los mejores resultados.