¿Las fajas reductoras deben estar muy ajustadas para ser efectivas?

¿Las fajas reductoras deben estar muy ajustadas para ser efectivas?

Cuando se adquiere una faja reductora por primera vez, es normal preguntarse qué tan ajustada debe ir para cumplir su función. La realidad es que más allá de elegir un modelo atractivo, es fundamental contar con asesoría adecuada para escoger una prenda cómoda, de calidad y que realmente aporte beneficios sin poner en riesgo la salud.

La importancia de elegir bien tu faja

El objetivo principal de las fajas reductoras es moldear la silueta, brindar soporte en la zona abdominal y lumbar, y mejorar la postura. Además, ofrecen un efecto inmediato bajo la ropa, creando la apariencia de una figura más definida y estilizada.

Sin embargo, existe el error común de pensar que una faja debe ir extremadamente apretada para funcionar. En realidad, usar una talla muy pequeña o ajustar en exceso la prenda puede ser perjudicial. La compresión debe ser moderada; de lo contrario, se pueden generar problemas en el sistema digestivo, circulatorio y respiratorio.

Riesgos de usar fajas reductoras demasiado apretadas

  • Problemas respiratorios
    Una faja muy ajustada limita la expansión de los pulmones y del diafragma, dificultando la respiración. Esto genera sensación de ahogo y menor oxigenación del cuerpo. Si se usa al entrenar, puede reducir hasta un 30% la capacidad pulmonar, lo que afecta el rendimiento y la salud.

  • Problemas digestivos
    La presión excesiva en el abdomen interfiere con la digestión, favoreciendo el reflujo, la acidez y el estreñimiento. A largo plazo, puede ocasionar hemorroides o infecciones intestinales debido a la alteración en el funcionamiento normal de los órganos internos.

  • Problemas circulatorios
    El exceso de compresión dificulta la circulación sanguínea, sobre todo en piernas y glúteos, aumentando el riesgo de várices, hinchazón e incluso trombosis venosa profunda en casos extremos.

  • Dolor e incomodidad
    Una faja colombiana demasiado apretada no solo causa molestias físicas y marcas en la piel, sino que también afecta el estado de ánimo, generando fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse.

¿Cómo encontrar el ajuste ideal en una faja reductora?

No existe un “ajuste perfecto” universal, pero sí se puede lograr un equilibrio que permita usar la prenda varias horas sin dolor ni molestias. Lo recomendable es llevarla de 4 a 6 horas diarias, y en casos cómodos, hasta un máximo de 8 a 10 horas. Si después de ese tiempo no hay problemas, significa que la faja tiene la talla y el ajuste correctos.

Consejos para elegir tu faja correctamente:

  • Medición precisa
    Toma tus medidas exactas de cintura, cadera y otras zonas relevantes antes de comprar. Evita caer en la tentación de pedir una talla más pequeña, ya que lejos de estilizar, marcará los “gorditos” en las áreas no cubiertas por la prenda.

  • Prueba de ajuste
    Si compras en tienda física, pruébate la faja y verifica que puedes respirar con normalidad tras varios minutos de uso. Si compras en línea, asegúrate de dar tus medidas correctas y elegir proveedores con políticas de devolución.

  • Materiales y diseño
    Prioriza marcas reconocidas como Ann Chery o distribuidores confiables como Galess, que trabajan con materiales de alta calidad como powernet y lycra. Estos tejidos son elásticos, transpirables y ofrecen un ajuste cómodo. Opta por modelos con ajustes graduables para mayor flexibilidad.

  • Uso progresivo
    Si nunca has usado una faja reductora, comienza con períodos cortos y aumenta el tiempo de forma gradual. Así tu cuerpo se adapta sin generar molestias ni riesgos para la salud.

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